Trabajamos junto a una Ong diversos proyectos sociales, pero sobre todo tuvimos la oportunidad de ver, de tocar y de aprender junto aquellas gentes.
Nos sentimos despojados/as de todas nuestras seguridades, se nos cayeron los pilares donde teníamos puesta nuestra vida diaria, nos despojamos del pensar habitual enraizado en nuestra cultura occidental y al mismo tiempo se nos abría un amplio abanico al conocer otra cultura que nos enseñaba nuevamente a ser.
Estuvimos aprendiendo, compartiendo y trabajando dos años y medio en La Unión de Sucre en Colombia. Una zona rural de exuberante vegetación. Aún seguimos unidos a esa experiencia y a esa gente como si de un cordón umbilical se tratase. De ese sentimiento nacio EAMUR ( Escuela Abierta para la Mujer Rural).
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